Destruyéndome de nuevo

Hola de nuevo.

He estado unos días fuera de circulación y aun ahora no estoy al cien por cien. Pasara algún tiempo antes que eso pase.

Durante unos días he estado recomponiendo algo que se ha roto, pero los trabajos manuales no se me dan demasiado bien y aun me quedan grietas por reparar.

En este tiempo he vuelto a mis principios, a mis viejos hábitos, esos que sabes que te destruyen y te hunden, para luego dejarte resurgir.

He vuelto a buscar sola el abrigo de la noche y a refugiarme de nuevo en el consuelo del bourbon. Siempre vuelvo a esta bebida cuando me siento triste y vacía.

Y os preguntareis que es lo que ha pasado para que me haya metido de nuevo en el mundo de las tinieblas.

Simplemente, he perdido la fe.

No la fe religiosamente hablando, esa la perdí hace años. He perdido la fe en el mañana.

Quien me conoce diría que soy una persona optimista y desde luego mi gemela lo es, pero este lado, el sensible, el débil, es terriblemente pesimista, hasta un punto desolador.

Reconciliar mis dos mitades en este momento es complicado y la dualidad lo es casi más aun.

No es la primera vez que me encuentro en esta situación y casi es reconfortante, volver a un sentimiento antiguo siempre te lleva a lo conocido y la falta de incertidumbre te hace sentir segura. Aunque ya sepas que el desenlace no es agradable en primera instancia, conoces cada arruga de la desesperanza que te invade, conoces los pasos que vas a seguir y la profundidad que vas a alcanzar.

Te dejas arrastrar y disfrutas del dolor, a veces hasta lo miras con distancia y deseo mientras te dejas caer por la madriguera del conejo.

Te hundes y vives en una espiral de descontrol y tortura psicológica que te lleva a la casi aniquilación personal. Y en el fondo es tan placentero…

Y cuando ya has tocado fondo, cuando ya no hay más aire para respirar, de pronto vuelve a aparecer el sol, se disipan las tinieblas y recobras la fe.

Pero eso aun no ha sucedido, y aun queda tiempo para que llegue. Así que mientras tanto disfrutare del viaje al país de las maravillas.

Paz