Basura
Tengo una amiga, de esas a las que adoro por un millón de
razones, por conocerme de verdad, casi más que yo misma, y aun así aguantarme y
quererme a través del paso de las décadas, que, en esos momentos de intimidad
en que nos juntamos y diseccionamos nuestras vidas cual rana de laboratorio, en
materia sentimental siempre me dice que el problema es que no se elegir a los
hombres como es debido.
La primera vez que le escuche decir esto discutimos
largo y tendido sobre el tema mientras yo defendía mi postura como gato panza
arriba intentando hacerle entender que no era así, que no elegía mal, que eran
las circunstancias las que desencadenaban el desastre una y otra vez.
En las veces sucesivas, que si no lo sabéis, en
conversaciones femeninas siempre se llegan a las mismas conclusiones, empecé a no
ser tan vehemente con el tema y a analizar los porqués de dicha aseveración por
su parte.
Y al final no puedo más que darle la razón, al menos en
parte.
Analizando mi periplo sentimental he llegado a la conclusión
que o no se elegir a los hombres o por el contrario los elijo a conciencia
rebuscando entre sus cualidades aquellas que puedan provocar el caos amatorio.
Y es que dando un breve paseo por mis relaciones me he
encontrado con Peter Pan con sus pocas ganas de crecer, con ese miedo a los
cambios y a todo lo que significa salir del área de confort para afrontar un
destino mejor.
También me he encontrado con el Ser Oscuro, encerrado
en su mundo de tinieblas en el que no hay luz capaz de penetrar y en el que se
encontraba tan cómodo que era imposible hacerle ver más allá.
Casanova también formo parte de mi vida amatoria, con
su necesidad incontenible de saltar de cama en cama.
Y por supuesto me encontré, y en repetidas ocasiones,
con El Perro del Hortelano. Ese personaje que ni come ni deja comer. Que te
busca y te desprecia a partes iguales, te confunde y hace que te pierdas en un
mar de elucubraciones absurdas, en las que no sabes si su actitud es fruto de
la insensatez o de su propia incapacidad de ser sincero consigo mismo, pero al
final la conclusión siempre va a ser la misma, tú no sabes lo que quiere, pero él
lo sabe aun menos.
Después de este análisis de los caracteres de mis
parejas puedo decir que efectivamente no se elegir un hombre que no me haga
sentir insegura en terreno sentimental.
De hecho soy consciente de que elijo con sumo cuidado
todos aquellos individuos que puedan proporcionarme basura emocional.
Lo que aun no he llegado a descubrir del todo es la razón
por la que prefiero la basura.
Pazz
Si lo has disfrutado comparte.
Si lo has disfrutado comparte.
Gracias por tu comentario Oscar, quien sabe lo que le deparará el futuro... Sea lo que sea que nos siga dejando letras. Un saludo.
ResponderEliminarSoy hombre, pero la descripción que Paz hace de las relaciones sentimentales retrata detalládamente las mías. Siempre he tenido mucho de Peter Pan. ¡Claro que he tenido y tengo oportunidades, pero ¿de verdad me interesan o prefiero mi mundo?Ahora, después de afrontar una situación difícil de soledad he agregado al Señor Oscuro. Cuelgo "Reservado el Derecho de Admisión" y soy feliz. +Emilio Madalena Vidal
ResponderEliminarGracias Emílio por tu comentario, cada uno encuentra la felicidad a su manera, eso esta claro y si tu has encontrado la tuya te felicito. Un saludo.
ResponderEliminarDicen que para encontrar al Príncipe Azul hay que besar antes a muchas ranas. Eso en el caso de las mujeres. En los hombres es distinto. Para encontrar a una Princesa debemos besar antes a muchas brujas. Y algunos, desesperados y aterrados por cuanto no soportan la soledad, hasta acaban casándose con ellas (con las brujas, me refiero).
ResponderEliminarSe te echaba de menos, Paz. Celebro leerte de nuevo.
Por cierto, he visto que has compartido algunos de mis últimos posts en tu muro. Muchas gracias, Paz. Te lo agradezco. : )
Recibe un afectuoso saludo de mi parte, Paz. Y bienvenida.
Gracias Pedro, siempre es un gusto recibir tus comentarios.
EliminarEn lo que a sapos/brujas se refiere vamos a dejar atrás las experiencias y a intentar descifrar el código que nos empuja a la basura para comenzar de nuevo con más brio.
Ya que el pasado es imborrable, al menos que sea irrepetible.
Un saludo.
en mi repertorio se encuentran todos ellos.... por queeeeee??
ResponderEliminarQue gusto verte por aquí!!! Gracias por comentar.
EliminarQuizá Paz y tú os parezcais más de lo que parece.
Besos.