Sabes que te quiero.
Sabes que te quiero.
No dejo de repetirtelo y de repetirmelo.
Te miro en silencio, sentados en el sofá.
Estas ahí, tumbado, con aspecto despreocupado, como si siempre hubiese sido así, como si nunca nada fuese a cambiar, y yo tiemblo por dentro.
No imagino no verte así cada día y sin embargo no estoy segura que esto sea lo que debe ser. No estoy segura de que sienta lo mismo que tú, con la misma intensidad.
A veces pienso que simplemente te quiero porque no he encontrado otra opción a quien querer, que eres ese clavo ardiendo al que me agarré para no dejar de amar después de lo sucedido antes de tu llegada.
A veces pienso que tu te dejas querer de la misma manera que yo lo hago.
A veces siento que me falta eso de lo que otros hablan, ese amor demoledor, que todo lo arrasa y que todo lo puede. Que te quema por dentro y te destroza, igual que te hace brillar con la fuerza de mil estrellas.
Ese amor que duele de intensidad y te hace llorar de la fuerza que arrastra.
Ese que hace que el contacto físico sea casi doloroso y su ausencia insoportable.
El que te deja sin aire y con un nudo en la garganta.
El que hace que te tiemblen las piernas y el cuerpo se te haga agua.
Y entonces te miro de nuevo y te descubro mirándome, con un gesto mezclado entre preocupación y deseo.
Me acerco a ti con movimientos suaves y dejó que tus brazos me envuelvan mientras te beso.
Te miro a los ojos y te repito:
"Sabes que te quiero".
Paz
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Hola, Paz. Echaba de menos tus letras. La historia que cuentas me ha parecido dura. Muy dura. Para él y para ella. Nadie merece que le escondan la verdad acerca de los sentimientos. Y nadie merece ser infeliz viviendo en la mentira por miedo a perder algo que, en el fondo, no quiere. A pesar de su dureza de fondo, la forma que tienes de expresarlo lo reviste de una prosa adictiva. Espero que la protagonista de tu historia consiga tomar algún día la decisión correcta. Por ella. Y por él.
ResponderEliminarBesos, Paz. Nos leemos.
Gracias Pedro, siempre es un gusto recibir tus comentarios.
ResponderEliminarCreo que en esta situación se ha encontrado casi todo el mundo alguna vez, y siempre se encuentra la salida, aunque nunca se sabe si será la esperada...