Penitencia. ( Polvo al polvo 3)

Es tarde, lo sé.

Se me ha vuelto a ir de las manos.

Abro la puerta casi con miedo, tan despacio que no oigo más que mi respiración.

Me quito los zapatos y me pregunto porque no lo he hecho antes. Me cuesta mantener el equilibrio.

Subo descalza y entró en la habitación. Casi ni respiro, no quiero despertarte.

Me quito la ropa con tanto cuidado de no hacer ruido que no me molesto en dejarla sobre la silla. Queda amontonada en el suelo.

Desnuda me meto en la cama, despacio, con cuidado.

Estas dormido, tu respiración acompasada me indica que estoy fuera de peligro.

Tumbada a tu lado me doy cuenta de lo mucho que te quiero a pesar de todo.

Siento tu calor, me reconforta.

La noche ha sido larga, demasiadas cervezas, demasiadas copas.

Se que no está bien lo que hago, se que juego con fuego, que algún día pondrás freno a mis cacerías, pero no puedo evitar querer huir de tus brazos de vez en cuando.

No soy capaz de conciliar el sueño. Demasiadas cervezas, demasiadas copas...

Te siento moverte a mi lado, tu respiración ya no es tan estable. Estas despierto aunque no dices nada.

Me acerco a ti, te abrazo por la espalda. No te mueves.

Te acaricio con cuidado y no hay respuesta.

Siento tu enfado en el aire.

Me como mi orgullo, se que lo merezco.

Te beso los hombros, bajo por tu espalda con besos rápidos y suaves, acaricio con mis manos tus caderas y te hago girar hasta tumbarte boca arriba.

Te beso los labios, corespondes mi beso y noto sobre mi vientre tu polla dura.

Voy besando tu pecho poco a poco mientras pienso el porqué de mis salidas nocturnas si te tengo en casa esperandome.

Sigo bajando. No hablas, aun no has dicho nada pero te dejas hacer.

Se que me estás castigando y también se que lo merezco.

Rodeo tu polla con mis labios, la beso con mimo y poco a poco la engullo con avidez.

Comienzo a mover mi boca sobre ella con un ritmo lento que aumentó sin descanso.

Escapa un gemido de tus labios. Dios!!! Esos labios!!!!

Sigo aumentado el ritmo y empiezas a mover tus caderas.

Aguanto tus embestidas, cada vez son más fuertes, cada vez más profundas, se que es parte del castigo, las soporto con resignación, se que he de redimir mi culpa.

Otro gemido!!!

Me recorre un relámpago de placer. No puedo evitar sentirme excitada y poderosa.

Siento como te sacudes mientras sales y entras de mi boca y noto que cada vez estas más duro.

No falta mucho, a penas un par de embestidas más y noto como te derramas en mi.

Noto tu sabor, ese sabor acre y dulce a la vez que sólo tienes tu.

Siento como te relajas, como tus músculos se aflojan y levantó mi cabeza para mirarte a los ojos.

En ellos hay una mezcla de pasión, amor y odio.

Agacho la mirada, me humilló y te beso suplicando clemencia mientras por fin me envuelves en tus brazos.

Me reprendes, me castigas con duras palabras y me besas disculpadome de nuevo y vuelvo a prometer que no habrá una próxima vez. Pero los dos sabemos que no cumpliré mi promesa y que volverás a castigarme.

Nashaimm.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares