A ti que no me lees...

A ti que no me lees te diré que hace tiempo que soy libre. Que he cambiado mis cadenas por las alas del viento.

Que me asustan las paredes que encierran la rutina y huyo velozmente de los malos recuerdos.

Que me he fabricado una historia a mi medida, que en ella entran sólo las sonrisas, las dulzuras y aquellos que me acarician el corazón.

Que no puedo evitar que algún espíritu oscuro invada mi mundo a veces, pero he aprendido a desterrarlos a su infierno cantando con fuerza melodías alegres y rodeandome de almas sonrientes.

Que ya no me importa lo que opinen de mi, que me he vuelto transparente y se me puede atravesar sólo con mirarame.

Que no me duele quien no me importa y que me importa poca gente. Que esa gente, esas personas, han trabajado para ello y valoro su constancia, su presencia y su cariño como si fuera un tesoro, porque por ellos tengo las alas que me ayudaron a robarle al viento.

Que el amor me da la vida, pero lo siento distinto. Ya no lo busco como antes y no me entristece no encontrarlo, y ahora es cuando aparece escondido tras las esquinas a cada paso.

Que mi cuerpo no tiene dueño, lo regalo cuando quiero pero elijo con cuidado a quien le doy ese obsequio porque no todos lo merecen ni saben satisfacerlo.

Que no te necesito en mi reino pero te echo de menos, aunque de una forma suave, sin dolor, sin angustia, más que a ti son las sensaciones que recuerdo estando a tu lado y que el tiempo con su borrador selectivo ha dulcificado eliminando los malos momentos.

Que te guardo en mi memoria para siempre y que a veces saco la caja de tu recuerdo para no olvidar que un día fuiste aunque se que ya no serás más.

A ti que no me lees hoy te regalo el recuerdo de lo que fui y una pincelada de lo que soy.

Nashaimm.