Polvo al polvo 2

Estas navidades mi gemela me ha dejado salir y aunque hemos compartido algún ratito en buena sintonía juntas se ha enfadado un poquito por mi falta de control y ha vuelto a castigarme sin salir. Así que me dedicaré a escribir un rato.

Llevo tiempo dándole vueltas a esta entrada. No estaba muy segura, de todos es sabido que no me gustan las segundas partes, pero que narices. Polvo al polvo.

Abro la puerta y dentro todo está oscuro.

No oigo ningún ruido.

Me dirijo hacia la habitación para dejar mi abrigo y el bolso.

De pronto noto tu respiración justo detrás de mí.

Me agarras desde atrás y empujas mi cuerpo contra la pared.

Siento tu erección presionando contra mis nalgas y me recorre un hormigueo que nace entre mis piernas.

Agarras mis pechos casi con violencia mientras tu boca se precipita hacia mi cuello.

Una de tus manos abandona mi pecho y se dirige bajo mi falda donde no encuentra más resistencia que mis braguitas. 

Deslizas tus dedos bajo estas y acaricias con una delicadeza fuera de lugar mi clítoris mientras yo intento darme la vuelta.

Con un empujón de tu pelvis me lo impides a la vez que introduces dos de tus dedos en mí.

Siento como me sacude el deseo.

Noto como tu otra mano abandona mi pecho y baja hasta tú entrepierna.

Sacas tus dedos de mí y con un tirón destrozas mi ropa interior.

Me levantas la falda y con un empujón brusco me penetras desde atrás.

Ahogo un grito entre placer, dolor y sorpresa.

Te sacudes dentro de mí sin apenas permitirme moverme.

Tu boca busca la mía y me besas con violencia.

Una de tus manos agarra mi pelo haciéndome girar la cabeza de forma casi antinatural mientras sigues bombeando con fuerza en mi interior.

Siento como se acerca el orgasmo. Me tiemblan las piernas y estoy a punto de perder el equilibrio.

Me sujetas con fuerza por la cintura mientras me clavas la pared en las últimas embestidas que nos llevan juntos a un orgasmo violento y animal.

Nos separamos con la vista nublada y la respiración agitada.

Me giró, te miro de frente y nos fundimos en un beso húmedo y cálido.

Y aunque a veces el sexo contigo es dulce siempre es más excitante cuando sólo es eso, sexo, animal, salvaje y primitivo.

Nashaimm.


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